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Dinámicas para desarrollar el Autoestima

Realizar dinámicas para desarrollar el Autoestima principalmente con los estudiantes, es de vital importancia para la formación de la personalidad, pues tiene como objetivo primordial de potenciar la seguridad en sí mismos.

Veamos a continuaciónalguna dinámicas para fomentar o desarrollar el autoestima.

1.- Conociéndonos mejor

Actividades:

Repartir a cada estudiante una hoja en el que aparezca fotocopiado el título “Así soy yo”. Luego pedirles que escriban tres o cuatro tareas o acciones que ellos creen que saben hacer muy bien como por ejemplo (dibujar, cantar, hacer amigos, jugar al tenis, etc.) y una que creen que no les sale tan bien (silbar, correr, … ).

En principio los ejemplos que se proponen hacen referencia a acciones en las que los alumnos no deberían sentir que están siendo inspeccionados, y sólo aquellos que voluntariamente quieran puedan mostrar rasgos de su personalidad más profundos. Cuando hayan terminado, pedir que se unan por parejas (si fueran impares, un grupo podría ser de tres niños), para que se intercambien los papeles.

Después de haberles dejado un par de minutos para que lean el escrito de su pareja, el docente deberá decirles que deben dialogar sobre lo que han leído durante aproximadamente cinco minutos. Durante la actividad se les puede orientar el diálogo con sugerencias como qué es lo que más les ha sorprendido, si conocían toda lo que allí se dice de esa persona, si ya se habían dado cuenta de esas cualidades.

Observaciones

Luego del breve diálogo, tienen que transmitir al resto de los compañeros con quién formaron pareja y las cualidades que han descubierto en ella. De esta manera los niños se habrán conocido un poco más.

2.- Me da seguridad saber que en mi clase me conocen

Actividades

Entregar a cada niño o estudiante 3 ó 4 hojas para que los divida en 8 trozos iguales y los recorte si es más preciso según la cantidad de compañeros en clase.

Explicar que cada niño va a enviar un mensaje secreto a cada uno de sus compañeros. Tendrán que escribir en una cara del papelito el nombre del niño al que se lo van a enviar y en la otra alguna cualidad que les guste de esa persona. Al final cada niño o niña habrá recibido tantos mensajes como los que ha enviado, que además deben coincidir con el número de alumnos que hay en la clase. Los mensajes pueden ser o no anónimos en función de lo que prefieran los niños.

Observaciones

Cuando todos hayan recibido sus correos y los hayan leído, organizar una puesta en común para que cada uno mencione aquellos mensajes que más le han llamado la atención.

3.- Mar de historias

PROCESO

Repartir a cada alumno una copia de este cuento para que lo lean en voz alta:

La ballena Carolina y el mosquito Roberto

La ballena Carolina y el mosquito Roberto tenían el mismo problema, pero al revés. La ballena Carolina gritaba llorosa:

– ¡Por más que como y como, nunca engordo!

– Pero Carolina, eres inteligente, simpática, amable, divertida y bailarina. A todos nos encanta estar contigo -le decían sus amigos.

Y ella añadía:

-¡Y, sobre todo, soy flaca, flaquísima, la ballena más flaca del mundo!.

Al mosquito Roberto le goteaban las lágrimas por su trompita afilada.

-¡Procuro no comer, pero mi vientre no para de crecer!, -chillaba desconsolado.

– Pero, Roberto, si tú eres más listo que el hambre y rápido como el viento -le decían todos.

Total que Carolina y Roberto no eran capaces de apreciar sus valores porque estaban obsesionados con su aspecto físico. Así hubieran seguido tiempo y tiempo de no haber sido porque una noche la trompita de Roberto despertó con un fuerte olor a quemado.

-¡El bosque se quema! -gritó.

Todos los animales se reunieron a la orilla del mar. Decidieron hacer una cadena y pasarse agua entre las patas. Pero el fuego avanzaba más y más. Roberto comentó:

-Si lográramos que las ballenas se acercaran hasta aquí…

-¡Estás loco, Roberto! Las ballenas viven en alta mar. Nunca vendrán -le dijeron.

Sin embargo, Roberto emprendió el más rápido y más arriesgado de sus vuelos en busca de las ballenas y las encontró. Cuando contó lo que sucedía en el bosque, le prestaron poca atención y la gran ballena rayada dijo:

-Sentimos mucho que en la tierra tengáis ese problema con el fuego, pero no nos afecta para nada.

Roberto se sintió triste y dio media vuelta.

Entonces, oyó:

-Si un animal tiene un problema y podernos ayudarle, debemos hacerlo. Lo que sucede en la tierra también es asunto nuestro. Me voy con él — dijo Carolina muy enfadada.

De modo que invitó a Roberto a subirse sobre su cabeza y nadó a toda prisa hacia la tierra.

Cuando los animales de] bosque pensaban que ya no se podía hacer nada, un gigantesco surtidor de agua saltó por encima de sus cabezas y cayó sobre el bosque. Al volverse vieron a una ballena muy delgada haciendo el pino para que el surtidor de agua que salía de su cabeza fuera a parar a los árboles. Al principio, se alegraron mucho, pero al ver que no lograba apagar el fuego se sintieron desanimados otra vez.

Y así estaban, sin saber qué hacer, cuando se dieron cuenta de que una hilera de ballenas se colocaba a ambos lados de Carolina. En un instante, un montón de surtidores regó la tierra como una lluvia amiga y protectora, sofocando el fuego por completo.

Entonces sí que se pusieron contentos y empezaron a dar gracias a las ballenas, hasta que la gran ballena rayada dijo:

-No es a nosotras a quienes debéis dar las gracias, sino a Roberto y a Carolina, por su generosidad y su valor.

Tras las palabras de la gran ballena rayada, todas las ballenas y los animales del bosque formaron un gran círculo que iba del mar a la tierra y de la tierra al mar. En el centro, Carolina, que era una gran bailarina, y Roberto, que era muy despierto, bailaban y bailaban, felices. Ayudando a los demás animales, habían descubierto por fin que, delgada o gorda, gordo o delgado, lo importante es que cada una y cada uno tiene en su interior algo realmente bello que aportar a los demás.

Sonia Cáliz

Después de leer el cuento

Reflexionar con los niños y las niñas acerca de la diferencia que hay entre lo que Carolina y Roberto consideraban importante de sí mismos y lo que valoran de ellos sus amigos. Preguntar con cuál de los personajes que aparecen en el cuento se identifican más y por qué.

Pedir a los niños que dibujen ocho viñetas para resumir el cuento. Después se pueden recortar las viñetas y colocarlas en un orden diferente al original, para crear historias diferentes a la que aquí se presenta. Aquellos niños que quieran pueden contar sus historias en voz alta.

Observaciones

Se puede representar el cuento, para lo que se pedirá a los niños que entre ellos repartan los papeles y creen nuevos personajes y diálogos si fuera necesario.

También se pueden crear sus propios disfraces, con papeles de colores, telas, cartones, etc.

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